La casa es la ladera, la ladera es el hogar, el hogar es la arquitectura de la cotidianidad.

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Una topografía escarpada, entre un bosque denso, lleno de biodiversidad y una panorámica del sur del Valle de Aburrá. Un lugar donde la naturaleza suena y los aguaceros que caen en la ciudad se ven. Es un lugar para construir cotidianidad, domesticando la ladera rural del municipio de la Estrella, Antioquia, Colombia.

Mirar de cerca el bosque: Configurando espacios intermedios corredores y patios entre la ladera y la casa, estos son espacios intermedios sin cerramientos o con cerramientos transparentes para que la luz natural que entre sea la protagonista de los flujos domésticos mientras se disfruta de las relaciones cercanas de la naturaleza.

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Mirar de lejos la ciudad

Definiendo espacios de estancia tipo balcón y terraza, estos espacios acompañan las zonas sociales de la casa, permitiendo que las dinámicas domésticas del interior se extiendan al exterior enmarcando las panorámicas que miran a la ciudad.

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Recorrido topográfico

El programa doméstico entre lo social y lo íntimo se configura definiendo recorridos entre el paisaje cercano y lejano, entre aleros y patios; la casa es un recorrido que responde la morfología escarpada de la ladera. Las escaleras en tramos cortos y los descansos que conectan con terrazas permiten que la forma corresponda al disfrute del paisaje exterior y la contemplación del paisaje doméstico.

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Volumen oblicuo

La relación entre la sección de la casa y la topografía natural se establece como una diagonal del basamento que genera una primera contención para conformar los espacio de ocio y parqueadero, en la parte superior los volúmenes retrasados conforman la cocina y el gran salón como el espacio con mayor jerarquía en el proyecto, las habitaciones que se integran en un volumen independiente con un giro de 30 grados generan unas contenciones controladas para desarrollar entre estos los jardines y el patio.

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Cubiertas cóncavas con aleros

 La arquitectura vernácula colombiana se caracteriza por las cubiertas a aguas con aleros que establecen espacios intermedios como corredores, facilitan el control térmico de las casas, pero también permiten la recolección o manejo utilitario o contemplativo del agua lluvia tropical. Los dos volúmenes superiores tienen cubiertas a dos aguas con el caballete de cubierta desplazado, dinamizando las alturas al interior y dándole manejo funcional a las aguas lluvias.

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La arquitectura vernacular colombiana establece las cooperaciones con el paisaje estableciendo la relación de la experiencia útil del espacio y el disfrute y contemplación entre el interior y el exterior. La Casa de Ladera comprende que domesticar la ladera no es controlar lo externo a la casa, si no cooperar e integrar el paisaje en la construcción cotidianidad del espacio familiar.