Arquitectura que se hace de otras maneras, maneras no reconocidas por la mayoría  de arquitectos, porque el objeto no es la forma de un edificio, sino más bien el proceso de una experiencia espacial, desde el juntar la diversidad, hacer fluir las energías colaborativas y excitar la creatividad colectiva para solucionar necesidades específicas, pero también desarrollar proyectos que representan causas y resistencias territoriales.

El elogio al autor trasciende al elogio, al proceso para reflexionar sobre el deber ser y el quehacer del arquitecto hoy en función de las complejidades contemporáneas. La discusión global sobre los códigos abiertos, la libertad de la información y otras libertades, los modelos económicos, la crisis ambiental, entre otros. Estos asuntos deben de estar cambiando la arquitectura trans-formando su función como sujeto, trans-ladando técnicas e imágenes y TRANSITANDO territorios periféricos donde la      auto-gestión y la auto-construcción representan la cultura popular.

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Surgen expresiones contemporáneas que desde el conocimiento de la disciplina arquitectónica en conjunto con el saber popular desarrollan procesos trans-discursivo que denominamos trans-arquitectura como LA NECESIDAD de  manifestar que la arquitectura como disciplina no es un dogma, y que el espectro de los que hoy pueden hacer los arquitectos es mucho más amplio, como el  ejercicio creativo desde el principio de DISEÑO de hacer mucho con poco, y como  LA ACTITUD de querer hacer más con menos.

Las TRANS-ARQUITECTURA es la escala pequeña que se comparte entre dos, tres, cuatro o más. Para hacer calle y construir ciudad desde la ciudadanía, creando una propia historia en un proceso que re-significa la libertad.