BOSQUE DE LA MEMORIA
2023
El bosque de la memoria ha evolucionado a lo largo de aproximadamente cuatro años, marcados por un continuo diálogo, talleres y reflexiones. El proyecto busca plasmar un proceso enmarcado en el acuerdo de paz con la comunidad de San José de Fragua, convirtiendo las conversaciones en símbolos y dispositivos que se integren armoniosamente con el paisaje y las condiciones físicas del territorio, que forma parte de la Amazonía del Orinoco.
La iniciativa está liderada por la GiZ – Cooperación Alemana, en colaboración con la alcaldía local de San José del Fragua y consultores externos contratados como Puente Consultorías culturales quien hizo equipo con Coonvite Arquitectura Cooperativa para el desarrollo técnico y arquitectónico del espacio.
El enfoque del proyecto es transversal, incorporando procesos participativos que involucran a la mesa de víctimas de San José del Fragua y al colegio Don Quijote, que alberga el museo.
CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS
En este bosque de la memoria, los árboles emergen como protagonistas, sembrados por la comunidad para representar la vida y su cuidado. Las piedras, desde canto rodado hasta cemento, dan forma a bancas y elementos arquitectónicos, creando un paisaje que dialoga con la memoria del territorio.
El elemento crucial en la configuración del espacio son las piedras; piedras de canto rodado, variando en tamaños entre 20 cm, algunas un poco más grandes o más pequeñas, desde piedra molida hasta el mismo cemento concebido como una transformación de materia a material. Estos elementos permiten la elaboración de todos los dispositivos y componentes arquitectónicos que componen el Bosque Museo de la Memoria.
La interacción entre estos elementos naturales y las condiciones paisajísticas crea un ambiente de sutileza y tranquilidad. Los árboles simbolizan la perspectiva futura, mientras que las piedras, a menudo denominadas “las abuelas” en muchas regiones, encapsulan la memoria. Estas piedras albergan historias de procesos y encuentros, cargando la memoria del territorio.
Entre estos dos elementos, surge la sombra, la luz y el agua, creando una armonía en el tiempo. Este entorno poroso favorece la aparición de musgo, líquenes y otras formas de vida, beneficiando la biodiversidad y complementando la experiencia del Bosque Museo de la Memoria.
La arquitectura del lugar se integra de manera excepcional con el paisaje, siendo también estimulante para los sentidos. El sendero, bordeado con piedras de canto rodado y gravilla organizada, produce una experiencia sonora única al caminar. El diseño acústico, táctil y visual se convierte en un estímulo para los sentidos, creando una conexión especial con el entorno.
Para complementar estos recorridos, se incorpora un kiosco cuadrado a cuatro aguas. A pesar de un presupuesto limitado, se logra maximizar el espacio girando la losa, creando una forma que magnifica la tipología del kiosco. El resultado es un espacio cubierto y atractivo, construido con concreto y madera, ideal para conversaciones y reflexiones en medio de este bosque de la memoria.
EQUIPO
Puente consultorías culturales
Cooperación Alemana.
Coonvite, Arquitectura Cooperativa
ARQUITECTURA
Maryelín Botero Ocampo
Juan Miguel Durán Vélez
Oxneiver Molina
Juan José Guzmán
Juan Esteban Gómez
UBICACIÓN
San José de Fragua, Caquetá
ÁREA
1500 m²
ESTADO
Construído
USO
Diseño urbano - paisajístico.